viernes, 28 de octubre de 2016

Muerte

En un taller literario del que participo, ayer leímos algunas poesías de un libro recientemente publicado, llamado "Poesías De Las Que Nadie Quiere Hablar" o algo así, ya no recuerdo bien...

Me sentí totalmente identificada con los escritos y recordé que yo también (como muchas otras personas imagino) escribí cosas similares. Porque está bueno escribir cuando hay algún tipo de padecimiento que nos provoca dolor. Escribir a modo de catarsis; escribir para volver a atravesar el dolor, pero de una manera distinta. Escribir para verse a uno mismo, para comprender por lo que se está pasando y poder reconocerse... Escribir para no seguir guardando angustias internamente; cual fueran tatuajes imborrables del que -al menos fácilmente- no nos podemos deshacer.

En fin, esto, es algo que hace tiempo escribí, y que recordé ayer mismo:


Morir,
Es todo lo que quiero hacer
Adiós, me voy
A mi viaje paradisíaco
Morir
Es lo que deseo
Y me reservo el por qué...

Escritos de por ahí...

Quienes escribimos es muy probable que tengamos escritos por doquier... Yo por ejemplo, a veces me encuentro con montones de papelitos; escritos de cualquier momento en el que me hallé inspirada.

Este es el caso de lo que sigue a continuación:

I

Deshojar margaritas
Que sí, que no
Suspirar
Y luego soplar dientes de león
Buscar entre miles de tréboles
A uno que no sea igual
Quién iba a decirlo
Que destruyendo a la naturaleza
En un segundo habría de sentir tantas emociones
Tirar
Arrancar
Soplar o no soplar
Y volver a tirar
Todo eso, para algo que puede ser simple y complicado a la vez
Soñar,
Creer,
Confiar...


II

Si tuviese que elegir una de las cuatro estaciones
Solo una, que en mi opinión te representase
Estaría en un dilema, lo sé
Porque creo que de decidirme solo por una no soy capaz
Es por eso que yo prefiero repartirlas así:
Todo lo que me da calidez,
Se lo adjudico a la primavera y al verano
Y lo que me da frío, al otoño y al invierno
Pero, ¿qué sucedería si nada me diese frío o me sobrepasara el calor?
Ahí pues, yo diría, que el dilema dejaría de existir
Puesto que contigo nunca es demasiado y a la nada jamás la he de sentir...